Thursday, August 23, 2012

Sancti Spíritus: perros rumores y amenazas ciudadanas

Sancti Spíritus: perros rumores y amenazas ciudadanas
Publicado el Jueves, 23 Agosto 2012 10:16
Por Roberto García García

Desde hace días circulan en Sancti Spíritus versiones callejeras del
hallazgo de un cementerio de perros, cuya carne se habría integrado a
los alimentos consumidos en la zona de Colón durante los carnavales de
la ciudad, el pasado julio.

Aunque las autoridades negaron el hecho, es curioso que poco a poco han
ido apareciendo artículos en la prensa local con temas recurrentes sobre
los perros y la higiene de la ciudad.

Por suerte, el hallazgo no está relacionado con enfermedades o muertes
de personas, al menos que se conozca.

Pero las tumbas de los perros espirituanos pueden encontrarse por estos
días en otros sitios de la ciudad.

Hace alrededor de una semana un perro tiene sepultura en una de las
céntricas esquinas que confluyen en la Avenida de los Mártires. El
cuerpo del animal ha comenzado a descomponerse a menos de 10 metros de
dos centros donde se elaboran y expenden alimentos.

El reino de las moscas

Por cotidiano, el hecho -que suele repetirse, como algo común, a orillas
de cualquier parque espirituano- no inmuta.

Deberían exasperar, además del hedor, las entrometidas moscas que se le
posan encima al fallecido animal antes de proseguir vuelo hacia
cualquier alimento en venta.

Con solo pensarlo, algunos merenderos y bares locales estarían en plan
de quiebra.

Pero más allá de cualquier decisión, me ronda la incertidumbre sobre la
tan dilatada permanencia del cadáver perruno en el lugar: ¿la culpa es
del caprichoso perro que vino a morirse en aquella acera, del chofer que
lo arrolló y lo dejó tirado a su suerte, o de las auras que aún no han
acudido a devorar el cuerpo?

Al parecer nadie quiere ver ni molestarse con el holor pestilente. No se
trata de armar un diluvio de responsabilidades en torno a un pobre
animal que -como otros tantos- fallece todos los días en una calle de
esta ciudad. Lo asombroso es que, aun cuando se insiste por los cuatro
costados sobre la necesidad de preservar la higiene ambiental ante el
acecho del Aedes aegypti, del Vibrion cholerae o la probable aparición
de cualquier enfermedad de transmisión digestiva, nadie tome conciencia
de la persistencia de estas tumbas a cielo abierto.

Y aunque en la provincia aletee el Aedes aegypti sin provocar aún dengue
ni haya indicios de cólera, no somos inmunes ante el peligro.

La alarma está latente. Según el licenciado Eduardo Madurga Díaz, jefe
del Departamento de Salud Ambiental del Centro Provincial de Higiene,
Epidemiología y Microbiología (CPHEM), es preocupante la crecida de los
residuales líquidos que corren calles abajo.

Fosas desbordadas

"Sobre todo se da esta situación debido al desbordamiento de varias
fosas y a la obstrucción del alcantarillado. Además, durante las pasadas
lluvias de mayo la infiltración al manto freático fue mayor y ello trajo
consigo la mezcla del agua de lluvia con la residual. Todo eso acarrea
la proliferación de vectores y puede contaminar las fuentes de abasto de
agua", asegura Madurga Díaz.

Ante tal alerta, un estudio epidemiológico realizado a varios pozos de
la cabecera provincial arrojó no pocas preocupaciones.

"Se ha podido verificar que de acuerdo con la ubicación geográfica y lo
deteriorado y envejecido del alcantarillado hoy están contaminados
varios de los pozos más populares de Sancti Spíritus y, por
consiguiente, el agua que brindan no es segura", indica el estudio.

Institucionalmente las responsabilidades están repartidas entre tres
empresas: Comunales recoge los desechos, Higiene vela por los riesgos y
Acueducto y Alcantarillados debe encargarse, entre otros asuntos, de
eliminar los riachuelos putrefactos de las arterias. ¿Pero sucede?

Nada es tan sencillo. Madurga afirma que aunque las quejas inundan el
CPHEM, según las estadísticas de Acueducto y Alcantarillados, esta
semana no hay fosas desbordadas en la ciudad.

No crea que el epidemiólogo delira. Aunque su fosa esté vertiendo a la
calle, si no está inscrita y pagada en la dirección de ese organismo
encargado de su limpieza, es como si no existiese. En la voluntad de los
propietarios recae tal dejadez y en la desidia de quienes, legalmente,
deben ponerles freno a las indisciplinas.

Si las medidas higiénico sanitarias están redichas, si el mosquito puede
picar en cualquier momento, si el riesgo de enfermedades no es un relato
de ficción, si estatalmente existen organismos para velar por tales
desmanes... ¿a cuántos muertos llegaremos si nos azota una infección?
¿se revelarán entonces los datos?

Por lo pronto, el perro muerto sigue ahí.

http://cafefuerte.com/cuba/noticias-de-cuba/sociedad/2132-sancti-spiritus-perros-rumores-y-amenazas-ciudadanas

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