Tuesday, May 7, 2013

Detrás de un kilo de carne en Cuba

Detrás de un kilo de carne en Cuba

Es necesario aclarar que desde mediados del 2012 a la fecha, el
picadillo de res, que venden a precio de filete en CUC, y que degustan
turistas y nacionales, es apto para el consumo humano, pero no es
picadillo de res. Por cierto, en Cuba nunca lo que parece es.
Juan Juan Almeida
mayo 06, 2013

Hace unos días leí que dentro del inmenso y complicado engranaje que
edifica el Ministerio de la Industria Alimentaria cubana, la empresa
cárnica obtuvo a nivel nacional el mayor volumen de ventas durante el
pasado año fiscal.

Me extrañó, en ese ministerio existen varias empresas con más consejo
administrativo que personal trabajador; pero alegrarme o alarmarme fue
mi "to be or not to be".

La prensa oficial miente poco, aunque regularmente y como norma
establecida obvia parte de la realidad. Por ello pensé que esa nota
había sido publicada con el único objetivo de limpiar el hedor a
corrupción que sobre ese ministerio dejó la ola de investigaciones y
arrestos que llevó a prisión al ex titular de esa industria (Alejandro
Francisco Roca Iglesias), a su ex viceministro (Celio Hernández) y a
otros tantos funcionarios. Sobre todo conociendo que, aunque la nueva
Ministra del ramo es la Dra. María del Carmen Concepción González, quien
lleva el sartén por el mango de tan necesaria institución es la
insensata y nunca bien ponderada ingeniera especialista en química
aplicada a la alimentación humana, Deborah Castro Espín.

En fin, la ironía es libertaria y como dice el refrán marinero, "Los
delfines que mucho saltan, viento traen, y calma espantan". Continué
dándole qué hacer a mi abulia intelectual y comuniqué con La Habana
usando el excesivamente caro invento que en 1876 patentara el logopeda
británico Alexander Graham Bell.

"La Unión de la Carne – y cito casi textual a quien pidió no ser
revelado - es la empresa que dentro de este gran conglomerado vendió más
el año pasado. Apoyada, claro está, por la Corporación Alimentaria SA
(una misteriosa entidad privada de capital cubano).

El consumo de carne creció, y ambas entidades fueron las encargadas de
producir y comercializar los productos cárnicos, más todos sus derivados".

Hasta aquí todo iba bien, lo escandaloso es el resto. Hace mucho no es
rentable producir un kilo de carne en Cuba, en ello influyen los precios
del pienso, los costos del cuidado animal, la atención veterinaria y
petróleo. Con esto, el producto llega caro a las procesadoras cubanas.
Pero, el gobierno cubano no calculó, o previó el tangible incremento,
que han tenido desde el pasado año, los restaurantes de iniciativa
privada, (paladares) y por ese motivo el MINAL se vio obligado a
innovadoras soluciones para satisfacer la acuciante demanda.

Nos quedamos sin respuesta – me dijo mi interlocutor en tono sigiloso -,
y de "arriba" nos llegó la orden de mezclar el picadillo de res con
pequeñas cantidades de carne de origen equino y texturizado de soya,
para con ello mantener un nivel nutricional aceptable y no afectar el
típico color cereza-rojizo propio de la carne fresca.

Que espanto, los funcionarios cubanos perdieron respeto y mesura;
ganaron irresponsabilidad, desvergüenza y perversión. El fraude aquí no
está en la mezcla si no en engañar, o no informar debidamente.

Es necesario aclarar que desde mediados del 2012 a la fecha, el
picadillo de res, que venden a precio de filete en CUC, y que degustan
turistas y nacionales, es apto para el consumo humano, pero no es
picadillo de res. Por cierto, en Cuba nunca lo que parece es.
Juan Juan Almeida

juanjal@yahoo.com
Licenciado en Ciencias Penales. Analista, escritor. Fue premiado en un
concurso de cuentos cortos en Argentina. En el año 2009 publica
"Memorias de un guerrillero desconocido cubano", novela testimonio donde
satiriza la decadencia de la élite del poder en Cuba.

http://www.martinoticias.com/content/article/22245.html

No comments:

Post a Comment