Monday, July 11, 2016

Menos azúcar en el peor momento

Menos azúcar en el peor momento
ROBERTO ÁLVAREZ QUIÑONES | Los Ángeles | 11 de Julio de 2016 - 08:26 CEST.

"Sin azúcar no hay país", decía una popular frase en tiempos de la
república normal cubana. Algunos pensábamos que era una exageración,
pero Fidel Castro mostró que era cierto: hoy en la Isla no hay azúcar, y
tampoco hay país, económicamente hablando.

Como era de esperar, la producción azucarera cubana en la zafra recién
terminada no llegó a los 1,6 millones de toneladas métricas (tm). Quedó
300.000 tm por debajo de la cifra de 2015, y fue tres veces inferior a
los 5,1 millones que la Isla produjo hace 91 años, en 1925.

Y ello ocurre en el peor momento, cuando la cúpula dictatorial está
nerviosa por las consecuencias imprevisibles que puede tener para la
estabilidad política el nuevo "Periodo Especial" que ya está empezando a
golpear a los cubanos de a pie.

La causa básica del agravamiento de la crisis no es económica, sino
política: la negativa patológica de los hermanos Castro a liberar las
fuerzas productivas y abrir la economía nacional. El panorama lo
empeoran la reducción hace meses de las entregas de petróleo a la isla
de 100,000 a 53,000 barriles diarios, según informó el 8 de julio la
agencia Reuters desde La Habana; la pérdida de ingresos recibidos por la
reexportación del petróleo obsequiado por Caracas, el descenso de los
precios del níquel, y la pobre zafra azucarera.

De haberse producido los dos millones de tm previstos, suponiendo un
consumo nacional de unas 700.000 tm, Cuba habría podido exportar 1,3
millones, por valor de unos 600 millones de dólares, 200 millones más de
lo que seguramente va a recibir.

No vale la pena detenerse en los pretextos del grupo empresarial AZCUBA
(estatal) para justificar el fracaso, que culpa a las inclemencias del
clima. O sea, la sequía cuando las cañas deben crecer, o las lluvias
antes de terminar la cosecha, son un ensañamiento de Satanás contra
Cuba, y no afecta a los demás productores de azúcar de caña del planeta.
Por favor…

Las verdaderas razones fueron las deficiencias operacionales en la
industria y los campos de caña, ausentismo, problemas con el transporte,
negligencia y apatía laboral generalizada, bajos rendimientos cañeros e
industriales, etc. Y todas vienen en el ADN del sistema comunista. No
tienen remedio.

En el caso de Cuba, la incapacidad socialista para producir cualquier
cosa fue empeorada personalmente por Fidel Castro, un psicópata que,
cual Iván el Terrible o Enrique VIII, dirigió el país a base de
puñetazos en la mesa, caprichos personales e ideas fijas desconectadas
de la realidad.

"Masacre" industrial

A principios de la presente centuria ese "iluminado" comandante
sentenció: "El azúcar es la ruina de Cuba", y calificó de "disparate"
a la actividad azucarera. Ordenó el desmantelamiento de 100 de las 156
fábricas de azúcar de la Isla, y los cañaverales se redujeron de dos
millones de hectáreas a menos de 700.000. Y lo hizo cuando el precio
internacional del azúcar comenzaba a subir, al punto de que en 2010
alcanzó 31 centavos la libra, el más alto en 32 años.

Cuba fue la azucarera del mundo durante más de 160 años, desde la
revolución en Haití a fines del siglo XVIII. En los años 50 del siglo
XX, la Isla exportaba la mitad de toda el azúcar que se comerciaba en
el mundo y producía entre 5,3 y 7,1 millones tm en 161 ingenios. Pero
llegó Castro y, asesorado por el "Che" Guevara, a fines de 1960 estatizó
la industria azucarera. En solo dos años la producción se derrumbó de
6,8 millones tm a 3,8 millones tm.

Ahora la baja producción de azúcar de 2016 igualmente se produce cuando
el precio del azúcar en el mercado mundial ha subido a su mayor nivel
en los últimos cuatro años. El 5 de julio se colocó a 20,8 centavos la
libra en el mercado de New York, y se ha mantenido desde entonces entre
19 y 21 centavos.

La Organización Internacional del Azúcar (OIA) prevé para el resto del
año un déficit de azúcar de 6,7 millones tm. Es decir, no habrá azúcar
suficiente para cubrir la demanda global. No se vislumbra un descenso de
los precios a corto plazo. Y cualquier precio superior a los 20 centavos
la libra supera los costos de producción y da ganancia, según los expertos.

Si Fidel no hubiese destruido la industria azucarera y Cuba hubiese
producido 6 millones de toneladas, restamos el consumo doméstico y la
Isla habría podido exportar 5,3 millones de toneladas, por valor de
2.332 millones de dólares, una cifra muy superior a los ingresos
reportados por el turismo en 2015, y seis veces mayor que la cifra que
probablemente logrará con la exportación de azúcar este año.

Y hay más. De haber dedicado la Isla un millón de hectáreas de caña, de
los dos millones que había a principios de siglo, a producir etanol, con
un rendimiento parecido al de Brasil de 7.500 litros por hectárea se
habrían podido producir 7.500 millones de litros de ese biocombustible,
que exportados a 0,95 dólares habrían reportado 7.125 millones de
dólares, el triple de los ingresos por el turismo.

Brasil, el mayor productor mundial de azúcar (31,6 millones tm en 2015)
ya dedica la mitad de la caña a producir etanol. Pero en 2004 Castro I
calificó de monstruosidad producir etanol en vez de azúcar y nadie se
atreve a hablar de eso.

También Cuba podría tener una vasta industria de derivados de la caña
para producir y exportar papel, madera de bagazo para la construcción y
muebles, electricidad, fertilizantes, medicamentos. Obtendría miles de
millones de dólares adicionales.

Los peores rendimientos del continente

Nada de eso es posible con los hermanos Castro y su Junta Militar,
aferrados a un modelo socioeconómico inviable. Las cifras son
elocuentes: desde 1967 los rendimientos cubanos de caña por hectárea son
los más bajos de las Américas. Luego de 1960 jamás los cañaverales
cubanos han llegado siquiera a las 69-72 toneladas de caña del promedio
mundial. Según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI),
desde 2002 el promedio cubano ha oscilado entre 24 y 41 toneladas por
hectárea.

En cambio, Perú, Guatemala y Colombia obtienen entre 93 y 120 toneladas
de caña por hectárea; Brasil entre 80 y 90; El Salvador, 82; Honduras,
70; México 75-85 toneladas y en Puebla alcanzan hasta 125 toneladas.
Antes de 1959 ninguna nación latinoamericana superaba a Cuba en
rendimientos cañeros.

El régimen reconoce que la eficiencia en las fábricas azucareras es de
un 10% (obtención de azúcar por cada 100 partes de caña verde), cuando
el promedio cubano desde los años 30 hasta 1960 nunca bajaba de 12%, y
en 1940 constituyó un récord mundial con 13,17%, algo nunca visto, pues
el contenido de sacarosa de la caña oscila entre 10% y 14% según la
ciencia botánica.

Lo más nefasto aquí es que el general Castro es el mayor fanático del
"genio" de Castro I y se niega soberbiamente a realizar los cambios que
la nación demanda desesperadamente. Y la crisis económica, esta vez
terminal, se agrava cada vez más. El desgaste de la nación y el
desprestigio de los dinosaurios de la Junta Militar son mayores que nunca.

La zafra cubana, sin castrismo, pudo haber sido de 7 millones tm. Ese
fue el tonelaje de azúcar logrado por las fábricas de cuatro hermanos
cubanos, los Fanjul, en EEUU y República Dominicana. Pero no, en Cuba
se necesita más que nunca exportar azúcar para importar de todo, y se
produce menos. Maravillas del socialismo.

Source: Menos azúcar en el peor momento | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1467985489_23699.html

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