Thursday, July 13, 2017

Una monja cocinera en Cuba

Una monja cocinera en Cuba
La religiosa chef, a la que Fidel Castro quiso encomendar la cocina
cubana, deleita a los comensales de los Meliá
Agencias, Madrid | 13/07/2017 1:33 pm

La monja católica italo-canadiense Sor Angele Rizzardo, una prestigiosa
cocinera, ha regresado estos días con su talento culinario a Cuba, un
país del que está enamorada y en donde el fallecido gobernante Fidel
Castro quiso que la religiosa aportara su conocimiento para impulsar la
gastronomía de la Isla, informa la agencia Efe
Su vida consagrada a Dios desde hace seis décadas no ha impedido a Sor
Angele convertirse en una prestigiosa chef que ha visitado medio mundo y
repetidamente Cuba, donde estos días deleita a los comensales con sus
recetas en varios hoteles gestionados por la cadena española Meliá.
"A mí me gustó Cuba y comprendí que el país necesitaba de personas que
quisieran ayudar desinteresadamente. No soy política, solo me interesa
el amor, algo muy importante para mí", confesó a Efe la religiosa, que
ha conocido personalmente a los papas Francisco y Benedicto XVI.
Muy activa a sus 78 años, Sor Angele ha recibido premios como el Max
Ruopp que en 2012 le otorgó la Sociedad de cocineros y pasteleros de la
provincia canadiense de Québec, donde reside desde 1955, cuando dejó su
natal Treviso, en la región italiana de Venecia, donde aprendió a
cocinar con solo doce años.
Pero fue en Québec donde además de aprender francés ingresó en la
comunidad religiosa Virgen del Consejo en 1957, recibió clases de
cocina, panadería y pastelería en el Instituto de Turismo y Hospitalidad
desde 1975, lo que definitivamente marcó su desarrollo posterior en la
especialidad.
Programas televisivos y radiales, libros con su recetario y
sorprendentes encuentros con personalidades de proyección internacional
prestigian a esta singular figura que llegó por primera vez a Cuba a
principios de los años 90 para entregar la distinción "El tenedor de
oro" a Nitza Villapol, una popular especialista de la cocina en la Isla.
Rizzardo dice que desde entonces no ha parado de visitar Cuba en los
últimos 25 años, principalmente como invitada a la apertura de nuevos
hoteles.
Rememoró especialmente la ceremonia inaugural del hotel Paradisus del
balneario turístico de Varadero en 2006, en la que habló con Fidel
Castro, quien probó alguno de los platillos que había elaborado para la
ocasión.
Años antes ya se había encontrado con Castro en la escuela de hostelería
de Québec y él le había solicitado su colaboración como asesora en la Isla.
Sus visitas al país caribeño también le permitieron conocer las
peculiaridades de su comida, de la que dijo preferir ingredientes como
la langosta, los frijoles negros y el comino, una especia muy utilizada
en su cocina, aunque reconoce que sus fuertes son las cocinas italiana y
francesa.
Esta semana, Sor Angele está una vez más en Cuba y su primera parada fue
en el hotel Meliá Habana para realizar una demostración práctica junto
al chef español Miguel Ángel Jiménez.
Su receta fue un risotto con langosta con espuma de cítricos en la que
conjugó sus raíces italianas con productos cubanos.
"Es la primera vez que cocino con una musa y no para una musa, es un
personaje con el que vale la pena compartir su experiencia que ha sido
una forma de hacer algo diferente e invitarle a que comparta nuestra
nueva carta del restaurante La Scala", declaró el chef Jiménez tras el
"showcooking".
El entusiasmo culinario de Sor Angele se extenderá esta semana a otros
tres hoteles de la compañía española en el balneario turístico de Varadero.
De su periplo destaca la cena que preparará en el Meliá Península por la
conmemoración de la histórica "Toma de la Bastilla".
La religiosa, que celebra este año sus seis décadas en la orden con la
que hizo sus votos, recibió una gran sorpresa la semana pasada cuando
visitaba Roma acompañando a un grupo de turistas canadienses y fue
recibida por el papa Francisco.
Sor Angele sabe que al pontífice le gusta cocinar y le sugirió que
"continúe usted mismo cocinándose y va a vivir muchos años".
A lo largo de su vida la religiosa ha conocido a siete pontífices, entre
ellos Benedicto XVI, para quien creó el queso "Fritz Keiser".
La carismática y siempre sonriente religiosa dice estar convencida de
que su gran misión como chef consiste en "hacer comer bien a las
personas con los productos que la tierra produce, porque un puñado de
tierra es un puñado de vida".
Por eso su labor está vinculada a las obras de caridad que realiza a
través de tres fundaciones dedicadas a los niños, una de ellas
denominada "El tenedor de la esperanza", y al patrocinio de 16
hospitales canadienses, que reciben su financiación producto de las
ventas de una marca de queso que lleva su nombre.

Source: Una monja cocinera en Cuba - Noticias - Cuba - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/cuba/noticias/una-monja-cocinera-en-cuba-329982

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