Wednesday, July 13, 2011

Controversial programa en The Travel Channel

Publicado el miércoles, 07.13.11
CUBA

Controversial programa en The Travel Channel
Luis E. Palacios
lpalacios@elnuevoherald.com

El primer episodio de la nueva temporada de Anthony Bourdain: No
Reservations del controversial chef, escritor y viajero a Cuba, coincide
con la nueva política del gobierno del presidente Barack Obama de
eliminar algunas restricciones a los viajes de ciudadanos
estadounidenses a la isla.

En los primeros minutos del episodio que se transmitió la noche del
lunes por The Travel Channel, Bourdain explicó que estaba consciente de
que su viaje no iba a complacer a muchos que se oponen a cualquier tipo
de contacto con la isla mientras esté en pie el gobierno de los hermanos
Castro, y deja una serie de dudas acerca de si el programa estuvo
sometido a restricciones de contenido por parte de las autoridades. En
una entrevista reciente con USA Today, el presentador había comentado
que a pesar de que Cuba es todavía un país comunista, en donde
normalmente se vigila a los visitantes, él y su equipo pudieron
desplazarse con libertad, hablaron con la gente de la calle y pudieron
disfrutar de la cultura local, de su cocina y especialmente de su ron.

Anthony Bourdain es un chef neoyorquino de ascendencia francesa por vía
paterna, que saltó a la fama cuando era chef ejecutivo de Brasserie Les
Halles, uno de los restaurantes de mayor prestigio en Nueva York. En el
2000, publicó su bestseller Kitchen Confidential: Adventures in the
Culinary Underbelly, basado en Don't Eat Before Reading This, un
artículo suyo publicado en The New Yorker, que mostraba el lado oscuro y
oculto del mundo culinario. A raíz del éxito alcanzado por la
publicación, la cadena The Food Network le ofreció su propio show de
televisión sobre comidas y viajes, A Cook's Tour en el 2002, y más
tarde, en el 2005, se lanzó la serie Anthony Bourdain: No Reservations
por The Travel Channel. En sus programas, el presentador recorre el
mundo mostrando la cultura de diferentes países a través de su gastronomía.

Con el episodio del lunes, dedicado a Cuba, Bourdain asegura que se ha
cumplido un viejo deseo suyo de hacer un programa en la isla "antes de
que llegue el cambio". En el programa de una hora, el chef se rinde ante
los encantos de La Habana Vieja, sus viejos autos y su arquitectura, y
ante la pasión de los fanáticos de la pelota, los frijoles negros y el
ron, aunque durante toda la transmisión no se puede dejar de percibir el
tono superficial con que se tratan los temas en un show donde el
principal objetivo es simplemente señalar los atractivos turísticos de
los lugares que visita.

El béisbol tiene un lugar destacado en el episodio. "La religión es la
pelota'', dice el presentador de 54 años antes de mostrar imágenes de un
juego de ligas menores, y la idea se mantiene en una posterior visita al
Estadio Latinoamericano, con el expatriado estadounidense y experto en
béisbol cubano Peter Bjarkman para un juego entre Industriales y Ciego
de Avila, y a la "Esquina Caliente" en el Parque Central, donde varias
decenas de aficionados discuten acaloradamente sobre el deporte y hasta
tienen "tarjetas de miembros y licencia para hablar sobre la pelota",
cosa curiosa para un país en donde la libertad de expresión no existe.
En el estadio, Bourdain expresa su desagrado por lo que parece ser un
sustituto de perro caliente y expresa, en tono de chiste, que el mayor
fracaso de la revolución es que no se sirva cerveza durante los juegos.

Bourdain visita el restaurante El Aljibe donde conversa con el fotógrafo
Roberto Salas, quien le muestra algunas fotografías clásicas de Fidel
Castro y le relata la historia de cómo un joven del Bronx terminó
viviendo en la isla trabajando para el régimen. Luego, el presentador
sigue a Elizabeth Espinoza, propietaria del paladar Los Amigos en sus
compras por un mercado abarrotado de vegetales, carnes y frutas hasta
llegar a su casa, en donde atiende a unos 200 comensales diarios.

Otras visitas que hace son a El Templete, un restaurante para turistas
bajo la dirección de un chef vasco, contratado para revitalizar la
cocina de la isla, o hacerla más atractiva para el turismo, y al bar
Puerto de Sagua, en La Habana Vieja, un lugar que no ha cambiado desde
la década de 1950.

Bourdain dice estar impresionado por la calidez y franqueza de los
cubanos, por su sentido del humor y su generosidad. Durante el programa,
surgen comentarios y preguntas que van más allá de lo que se muestra en
cámara o lo que le dicen sus guías, como cuando pregunta qué pasa con
las personas que viven en las viejas residencias cuando son restauradas,
o como cuando surge el comentario de que no todos tienen acceso a los
restaurantes porque los precios son muy altos y el sueldo promedio es de
$20 al mes, o que el estadio se llena en un día de trabajo (martes)
porque la mayoría de los fanáticos son desempleados. Todos estos
comentarios quedan sin respuesta. Después de todose trata sólo de un
programa de turismo.

Lo mejor de la isla es su gente, sugiere Bourdain en un momento del
programa, porque pese a las penurias que pasan desde hace mucho tiempo
para comer y sacar adelante sus familias se las han arreglado para
conservar su sentido del humor en medio de 50 años de racionamiento,
agregando, otra vez tratando de hacer un chiste, que los mayores
fracasos de la revolución son tres: el desayuno, el almuerzo y la cena,
pero nuevamente dejando la idea inconclusa sin dar mayores explicaciones.

El programa concluye celebrando la belleza de la arquitectura cubana,
que a pesar de los edificios en ruinas aún muestra sus encantos. "La
Habana es la ciudad más hermosa que he visto en Latinoamérica o en
cualquier lugar del Caribe", dice Bourdain. "Aun cuando se esté
derrumbando, no hay nada como ella, es hermosa".

Al final, despidiendo el episodio, Bourdain reitera su invitación a
visitar Cuba, a ver lo que podría perderse "una vez que llegue el
cambio", pero nos deja con la sensación de que una hora es muy poco
tiempo para mostrar todo lo que se debería ver de la isla, y a la vez es
demasiado tiempo para decir tan poco sobre la vida en ella.

El programa cierra con imágenes de La Habana Vieja y la voz de Bourdain,
"Hay que visitarla porque La Habana es hermosa... dolorosamente
hermosa... y aún está ahí".

El episodio "Cuba" de "Anthony Bourdain: No Reservations" se repite el
domingo 17 a las 9 a.m., el lunes 18 a las 8 p.m., el martes 19 a las 3
a.m. y el sábado 30 a la 1 p.m. por The Travel Channel.

http://www.elnuevoherald.com/2011/07/12/v-fullstory/982309/controversial-programa-en-the.html

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