Tuesday, July 19, 2011

PAN REDONDO POR LA IZQUIERDA

PAN REDONDO POR LA IZQUIERDA
19-07-2011.
Lilvio Fernández Luis
Presidente de Juventud Activa Cuba Unida

(www.miscelaneasdecuba.net).- Carlos González Cutiño, joven de 26 años,
vive en la barriada de Párraga, lugar donde ha transitado su vida desde
su nacimiento, localidad al sur de la capital de todos los cubanos
enclavada en el municipio Arroyo Naranjo, el más pobre y del más alto
índice de delito según las autoridades.

Carlos es algo diferente a muchos de sus paisanos del barrio, prefiere
la vida dura pero honesta. Desde pequeño sus padres, gente muy humilde,
lo enseñaron a ser un luchador de la vida, no era muy bueno en los
estudios pero sí muy laborioso. Hoy es de los jóvenes cubanos que opta
por tener dos y hasta tres empleos para vivir.

A las 5:30 de la mañana llega el comienzo del día para Carlos con los
ejercicios matutinos de cargar de 20 a 30 cubos de agua, el agua en
Párraga llega de madrugada y cada 4 días. Después de llenar los tanques
de agua y despertar a su esposa y pequeño hijo para prepararlo para el
círculo infantil, emprende a caminar 2 kilómetros a su centro laboral,
Hospital Clínico Quirúrgico Julio Trigo.

Ser mensajero de medicamentos de una sala de ortopedia de cualquier
hospital en La Habana le proporciona un ínfimo salario de 465 pesos
cubanos, equivalente a casi 20 CUC moneda convertible. A Carlos estos
pesitos sólo le alcanzan para comprar algo del aseo personal para su
familia y sacar los alimentos que se ofertan en la canasta básica que
proporciona cada vez menos alimentos el gobierno cubano.

Como miles de cubanos Carlos no puede darse el lujo de depender de su
salario exponiendo a su familia a la miseria absoluta y se convierte en
horario de la tarde noche en el mas simpático pregonero y vendedor de
pan redondo por las calles de Párraga. "Pan redondo, mantequilla, pan
suave y rico", es uno de sus pregones, este segundo empleo ya no
estatal, ni tampoco legal, le da la oportunidad de buscar de 50 a 80
pesos cubanos diarios casi un 25% de su salario mensual en el hospital
donde labora por 8 horas diarias de lunes a sábados.

En el país de las dificultades es de esperar que este joven laborioso no
les falte obstáculos que enfrentar, en donde es mensajero ve diariamente
como su carrito de medicamentos cada día tiene más ausencia de fármacos
para apaliar los dolores y padecimientos de los ingresados en su sala de
Ortopedia.

En su negocio por la izquierda, se enfrenta a dos peligros: el de la
competencia de que alrededor de una docena de vendedores de pan, logren
mermar su venta de en cantidades disminuyendo sus ganancias y la
constante persecución policial en contra de los ilegales vendedores de
pan a domicilio. A éste último se enfrentan Carlos y el resto de los
jóvenes panaderos por la izquierda a multas de hasta 500 y 1500 pesos
cubanos y a un año de privación de libertad cuando son atrapados en
varias ocasiones.

La realidad es que como Carlos hay en la isla miles de personas que para
llevar de manera honesta sustento a sus familiares se enfrentan al
desafió de los empleos ilegales o llamados por la izquierda, para optar
por una mejora en sus ingresos económicos corriendo el riesgo de que en
su afán de subsistir ser atrapados por las autoridades y juzgados por
tribunales que representan un gobierno que apuesta al cada ves mayor
deterioro de la situación económica y social de su pueblo.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=32997

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