Wednesday, April 16, 2014

Es lo que vino y es lo que vendo

"Es lo que vino y es lo que vendo"
Los carniceros nunca pierden. Agentes del orden dan la espalda. Clientes
en fila no tendrán más remedio que llevarse la carne podrida
miércoles, abril 16, 2014 | Rafael Ferro

PINAR DEL RIO, Cuba.-Ocurrió en esta ciudad. Un grupo de personas
protestaba en el parque del mercado, porque les estaban vendiendo carne
podrida. El policía que pasaba se detuvo, quizás con la intención de
esperar el desarrollo de los acontecimientos. Un señor de mediana edad
que vestía una bata blanca salió para dar una explicación. La bata
estaba manchada de sangre y algo mugrienta. Por el aspecto, el tipo
parecía un cirujano en campo de batalla.

-Señores, eso es lo que vino, y eso es lo que yo vendo- dijo.

Hubo un murmullo de desacuerdo entre la muchedumbre.

-Ustedes los carniceros nunca pierden-, gritó una señora que se cubría
del sol con un periódico.

El hombre de la bata sucia entró al establecimiento sin hacer ningún
caso a lo dicho por la mujer del periódico.

-Esa inmundicia nada más se la venden al pueblo. Los que dirigen en este
país no se comen eso–, gritó en voz alta un señor que se apoyaba en un
bastón.

El policía lo escuchó y caminó hacia el señor. Todo el mundo estaba
callado, esperando lo que podía suceder. El uniformado miró por unos
instantes al viejo del bastón y después les dijo a todos:

-Señores, si no van a comprar la carne, váyanse, pero no me formen
protestas aquí. Arreglen el asunto con las autoridades competentes.

Rompieron carcajadas sin dejar terminar al agente del orden. La señora
del periódico, con algo de desfachatez, dijo:

-Eso de las autoridades es por gusto, guardia. Aquí todo el mundo sabe
que los que mandan se limpian con lo que dice el pueblo. Usted debía
saber eso, aunque tenga uniforme, es cubano también y recibe lo mismo
que nosotros.

Nadie dijo nada, salvo dos o tres que hicieron un murmullo casi
imperceptible apoyando lo dicho por la señora. La expectativa general
era conocer la reacción del policía.

-Hagan lo que ustedes quieran, caballeros -dijo él, quitándose la gorra
para secarse el sudor de la frente-. A fin de cuentas, a mí no me pagan
para resolver estos líos.

Source: "Es lo que vino y es lo que vendo" | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/es-lo-que-vino-y-es-lo-que-vendo/

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